#ElPerúQueQueremos

¿Inaugurando el 'terminado' Estadio Nacional?

Publicado: 2011-07-25

inaugurar.

(Del lat. inaugurāre).

tr. Celebrar el estreno de una obra, de un edificio o de un monumento.

tr. Iniciar algo nuevo.

Y bueno, decidí hacerme un blog en lamula. Leo algunos y a veces tengo ganas de escribir y este formato es el que más me gusta. Recién me entero que se maneja con WordPress o sea que genial.

En fin, hoy tuve la suerte de ir a la inauguración del nuevo Estadio Nacional. Después de 206 millones de soles de inversión, muchísima publicidad y sobre todo autobombo por parte del Gobierno, se estrenó. Por fin.

Llegamos al estadio a golpe de las 5.45 de la tarde, el taxi nos dejó a la altura de Sur pero el palco al que me habían invitado estaba en Norte. La emoción era mucha pues estábamos a pocos minutos de que pise tierra la selección nacional después de la excelente labor realizada en la Copa América. Por otro lado, tanto se había hablado del renovado Estado Nacional (aun recuerdo las notas de prensa con Woodman y el casco correspondiente, viendo algunos de los avances a través de los últimos meses), que la expectativa era -lamentablemente para el gobierno- alta.

Primer problema: El ingreso era un desastre. No había ningún tipo de separación entre quienes iban a palco o quienes entraban a tribuna, lo cual generaba una cola inmensa para personas que al final no iban a entrar por el mismo ingreso. Por otro lado, la Policía, el servicio de seguridad VIP y demás trabajadores no tenían claro cómo era para los que iban a palco, y lo más fácil resultaba soltar un: "¡haga su cola nomás!" Muy peruano, muy criollo.

En fin, después de hacer la cola en Norte, ingresamos. Nuevamente, nadie supo darnos direcciones adecuadas con respecto al ingreso a palcos. Entramos por una puerta, cuando era por otra. Finalmente encontramos la puerta que nos correspondía. ¿Dónde ubico los ascensores? "Para Norte no hay señor, suba las escaleras". Siete pisos más tarde, en una escalera que no tiene ningún tipo de ventilación (natural o artificial) llegamos a nuestro piso. Vale recalcar que las escaleras todavía tenían papel periódico en las barandas por la pintura fresca, tierra y polvo así como restos de lo que imagino son bolsas de cemento por todos lados.

Los palcos: Sin cerradura -naturalmente-, cochinos, polvorientos, inconclusos. El baño estaba con barro (por favor que sea eso) en el inodoro, y también, bastante polvoriento. El vidrio de las puertas interiores así como del balcón también, bastante sucios. El piso tenía algo de agua, lo cual sólo formaba más barro. De acuerdo a lo que leo en twitter sobre otros casos, habían palcos que tampoco tenían asegurados los asientos, lo que en un caso produjo que un niño caiga al piso.

En los alrededores. Mientras escuchaba al animador de fiestas infantiles liderar la animación de la inauguración, decidimos darnos una vuelta por los exteriores de los palcos. Ya sin sorpresa, vimos vidrios sin colocar apoyados en paredes, bolsas de cementos, baldes, basura en general arrimada hacia ciertas esquinas, bastante polvo por todas partes, entre otras cosas. Era, como he señalado, entrar a una obra en construcción. Comparto algunas fotos.

El estadio. No hay que ser mezquinos, el sistema de luces y la vista exterior del estadio son geniales. En mi opinión, de primera clase, de alto vuelo. Un estadio que tranquilamente se equipara a los grandes estadios de algunos países vecinos y de varios países del mundo. Aunque, bueno, una pequeña nota aparte: Esta foto NO es de las zonas internas que no todos ven, sino del mismo estadio. No la entiendo, pareciera ser el lugar donde se practica el salto largo...pero, ¿por qué está presentado así? Otro desastre.

Disculpen, pero eso parece también, parte de una construcción inconclusa. En fin, una raya más al tigre.

Ahora pasemos al show, al evento, a la inauguración, a la magia. Llegamos cuando terminaban algunas pruebas de atletismo. Todo bien, todo bien. Luego vimos desfilar a las diferentes delegaciones de cada deporte, desde el Ajedrez hasta el final, estuvimos pendientes. Aunque claro, el público ya estaba aburrido a la altura de las Bochas, con lo cual hubo un intento encomiable de las famosas 'olas' (y, cuando no, Occidente no ponía de su parte, lo que lograba pifias que siento los deportistas que desfilaban pueden haber malinterpretado).

Regresando al animador. No sé si este animador ya tiene trayectoria con el gobierno. De repente lo eligió Federico Dantón de algún cumpleaños que le causó envidia, no lo sé. Lo que sí sé, es que su actuación fue tan o más paupérrima que la de ciertos narradores deportivos que no controlan la lengua y sugieren cambiar el nombre de Copa América por Copa América Televisión (chongo bien monsefú no? ya, peor era el animador de la inauguración). Perdí la cuenta de veces en las que el animador dijo "El Perú Avanza". Esa frase la voy a tener en mi mente hasta el día que muera. Como mencionaba hoy por twitter, el Perú avanza, pero avanza a la mala, sin consideraciones y atropellando lo que encuentre. No contento con la repetición de la frase, agradeció al gobierno y en particular al Presidente por tan magna obra un sinfín de veces.

La selección se anunciaba cada 10 minutos, con lo cual los asistentes estaban bastante emocionados y a la expectativa de su arribo. Luego de prácticamente una hora, llegó la selección. Ah no, espera, no, eran los chicos de Coca Cola que salían a recibir a la selección. ¿Ya? ¿Ellos son? No sé, me parece que... "Soooomos liiiiibres"...¿qué? No, nadie anunció el himno, nadie dijo nada, El Perú Avanza, o sea que cantemos el himno. Ok, ok. El himno es bonito, ahora estamos más patriotas que nunca, o sea que, cantemos. Acabó el himno. Por fin, parece que esa es la selección. La selección y quienes los acompañan serán unas...¿20 personas? ¿25 quizás? En fin, da igual, porque lo que la selección representaba era ínfimo a comparación de la cantidad totalmente innecesaria y grotesca de periodistas. No tenían, como es costumbre en el fútbol, ningún tipo de respeto por los policías, los seleccionados, el público, los hinchas, en fin, ¡no tenían respeto ni por el recientemente inaugurado césped!

¿Qué nos quedó? No vimos a la selección completa (sólo ubiqué a Markarián), todos estuvieron asediados por la prensa y quienes más querían verlos, no los vieron.

Nos comenzamos a lamentar pues era lo que más nos motivaba. A todo esto, nota a pie de página: Alan se dirigió al estadio en dos oportunidades, dio una vuelta olímpica más pausada y vanagloriosa, disfrutó del asedio de la prensa y cerró con broche de oro. Se acercó al centro de la cancha en un momento de total confusión para los espectadores, a...¿patear la pelota? No sé, si eso hizo, nosotros no lo vimos. Se paró al centro, quizás se alucinó árbitro...o quizás decidió saborear bien este momento pues así se imagina él como debería ser el cambio de mando. Con más aplausos que las bien merecidas pifias.

Haciendo un balance entre la selección que llegó a tercer lugar en la Copa América, y el Presidente, debo decir que el Presidente salió ganador. No sólo en lo que a peso total se refiere (Chiroque y Guerrero deben sumar una pierna del mandatario) sino en lo que a baños de popularidad se refiere. Los brazos levantados en todo momento (hasta cuando nadie aplaudía), los gestos egocéntricos, en fin, este es un hombre que se encuentra totalmente desfasado, fuera de sí.

No me sorprende, así ha inaugurado hospitales y trenes, a medio acabar, con fecha de uso posterior, con sobre gastos, y sobre todo, con aplausos de un gran sector de la población. Es sin duda el efecto Castañeda, ¿no creen? Es la idiosincracia del "pero está construyendo, pero se ve bonito, pero ha hecho algo pues". La mediocridad es un problema casi tan grave como la mentira. Lamentablemente, ambos se juntan en lo que a inauguraciones se refiere, sin considerar otros datos que ha soltado el gobierno (ej. "¡por fin libres del analfabetismo!", Mr. President, Y U SO LIAR!?)

Algunas pequeñas, las divertidas e inesperadas:

En las tribunas vimos a miembros de seguridad y a bomberos sentados en las escaleras de acceso. 20/20 en Seguridad.

Los parlantes del techo estaban bien instalados, pero no funcionaban. Para ello, tuvieron que ubicar parlantes en el suelo del estadio.

El audio era pésimo y se entendía muy poco.

Las pantallas del estadio estuvieron permanentemente apagadas. Nunca supe el score, el tiempo, los cambios, etc.

El partido amistoso arrancó sin aviso de ningún tipo.

De cuatro ascensores en occidente, funcionaban dos.

Un largo etc.

Regresando entonces a como arranqué este artículo. Se inaugura algo cuando se celebra el estreno de algo o cuando se inicia algo nuevo. Este 'estreno' fue pésimamente mal organizado, y lo 'nuevo' que se iniciaba no tenía nada de 'nuevo' pues me rehuso a considerar como nuevo algo inconcluso. Era como si te compraras un auto y te lo dieran sin puertas, vidrios y frenos, y que el dueño de la automotora te diga: "Ven en un par de semanas que ya tendré todo listo, pero por ahora, sólo te digo: Tu carro, tú, yo, todo 'avanza', o sea que anda maneja tu carro y luego que yo ya renuncie y cobre mi CTS, el siguiente que entre seguro se va a encargar de darte lo demás, no se si lo haga, pero yo me quito antes de que él venga, porque no quiero que los clientes me critiquen. Pero todo bien ah, gracias por tu apoyo, ten tus llaves, no se te ocurra presentar la factura a SUNAT -porsiaca te aviso, tu sabes- y chaufas, te regalo una foto mía con mi pequeño travieso y me estoy llevando tu calendario de las novias del mundial".

Y así, se cierra el capítulo de inauguraciones del gobierno. Un capítulo atropellado, desastroso, desorganizado, poco sorprendente y algo patético.


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